Dialectica Transcompleja

El día Viernes 12 de Diciembre de 2.008, tuvimos el placer de recibir en nuestras instalaciones al Dr. Rigoberto Lanz para compartir una deliciosa tarde con los Postdoctorantes en Educación, además del personal de planta adscritos al Decanato de Investigación, Extensión y Postgrado de la Universidad Bicentenaria de Aragua. En ocasión de disertar sobre en un tema absolutamente apasionante para la Universidad como lo es el pensamiento transcomplejo. El Dr. Lanz hizo reflexión sobre sus vivencias e impresiones acerca de la Transcomplejidad en un mundo singular, pleno de paradojas y de paradigmas que se contradicen.

Entre muchos tópicos circundantes en el extenso mundo de la transcomplejidad, se trató dicho fenómeno visto a través del tiempo como manifestación ineludible de la modernidad, de su aparición e impacto como factor de modificación en la evolución del pensamiento humano. Siempre por supuesto basado en los distintos paradigmas que han servido como muleta al contexto social en el momento de generar conocimiento, la manera en la que incide en cada cual dependiendo del entorno y de hecho aspirando al desarrollo de un pensamiento de la diversidad pero tambien de lo particular. La complejidad, suscribe la capacidad del indivuduo es por ello que caben las reflexiones a través de las cuales nos volvemos poco a poco transcomplejos, sin paradigmas, pero llenos de conocimientos por generar, nos salva del reduccionismo y del simplizmo de algunos enfoques que naufragan lentamente. A continuación algunas imágenes del encuentro:



1. Presentación del Dr. Lanz







2. Dr. Lanz en el conversatorio





3. El aforo de la tarde


4. Dr. Lanz

"Creo que hay suficientes elementos sustantivos para identificar al tenor discursivo de un pensamiento que se distingue por el modo como aborda la propia naturaleza del conocimiento, por el tipo de prescripción metódica a la que se atiene, por el espacio teórico que delimita su construcción, por la distancia critica que establece con otros módulos de pensamiento, por la sensibilidad intelectual que le es intrínseca, por el contenido básico de sus tesis frente a la realidad, por el modo como aborda la cuestión cardinal de la Dominación, por la lectura que hace de la racionalidad civilizatoria del capital, por la tónica ética a la cual se remite, por la fuerza emancipatoria que sustantiva todo su perfil, por la propia semiósis en la que finalmente se recrea su discurso”

(Lanz, 2001. Cursivas y negrillas nuestras).